Hoy en día se pueden lograr trabajos en tres dimensiones con casi cualquier material. Por eso, en este artículo, nos centraremos en uno de los más desconocidos que se utilizan en la actualidad, la impresión 3D en metal.
Para aplicar este tipo de impresión se usan diversos métodos, como el DMLS, que es la sinterización directa del metal por láser, o bien el SLM, la fundición selectiva por láser.
En cualquier caso, veamos primero cómo funciona esta metodología eficaz para desarrollar herramientas reduciendo costes y tiempos de entrega.
La impresión 3D en metal
Utiliza la tecnología láser que combina con metales en polvo para obtener herramientas, figuras y creaciones diversas. Para ello se hace uso de la técnica basada en la sinterización láser, con dispositivos de alta potencia para que se unan las partículas de polvo metálico.
Por medio de un dispositivo de alta potencia, las partículas que están en forma de polvo en una cama se pueden ir uniendo a la vez que se distribuyen por capas gracias al equipo de impresión, logrando que cada una tenga el grosor necesario.
Así pues, a su vez se van generando estructuras de apoyo generadas de forma automática por el equipo de impresión para la creación simultánea con el mismo material.
Al final, se procede a retirar todo de forma natural. No obstante, cuando la pieza ha sido terminada y completada, todavía queda una última fase, el tratamiento térmico, que le dará su estado final.
En resumen, el proceso sería algo similar a este:
- Se utiliza un láser, que es el encargado de fundir las partículas del polvo metálico. De esta forma se puede unir a posteriori.
- A continuación, se crean capas sucesivas de polvo que se van extendiendo una sobre la otra. Así, mientras el láser hace la selección, las partículas van construyendo la parte y el soporte.
- Luego, viene la fase de retirada de polvo sobrante. Es decir, todo el material que no ha sido utilizado durante el proceso se limpia y se aparta para que la estructura quede perfecta y sin restos.
- Llega el momento del tratamiento térmico de la pieza, que así es como estabiliza su estructura y se convierte en una herramienta única con presencia y autonomía propias.
- Entonces, alcanzamos el último punto del desarrollo, que es la retirada de los soportes. Este se hace cuando todo el trabajo ha acabado y la pieza está lista para el uso común. Ya tendremos la herramienta diseñada para utilizarla según convenga.
Las ventajas
¿Por qué es buena idea elegir este tipo de impresión 3D en metal? Es una tecnología que combina flexibilidad y propiedades mecánicas, ambas asociadas al citado metal. Por eso, cuando toque diseñar estructuras complejas, es interesante, pues hacen falta en trabajos como insertos de canales de refrigeración, en la creación de estructuras ligeras para uso aeroespacial, etc.
Aplicaciones
¿Cuáles son las aplicaciones más habituales de todos los productos que se obtienen por medio de la impresión 3D en metal? Veamos los más comunes:
- Prototipos funcionales.
- Intercambiadores de calor.
- Disipadores términos.
- Piezas de recambio.
- Carcasas rígidas.
- Herramientas: moldes, insertos, etc.
- Herramientas de producción.+
Recuerde que, si necesita una impresión 3D en metal profesional y con garantía, debe acudir a servicios especializados con profesionales expertos. Si quiere, puede contactarnos para saber más sobre el tema.