¿Te atreves a imprimir 3D con ABS? Con estas claves lo podrás lograr. Y es que, no lo olvides, tan importante es conocer bien las diversas técnicas, tecnologías y softwares, como los materiales que vamos a utilizar para dar forma y sentido a la creación que tenemos en mente y como finalidad.
Qué es el ABS
ABS son las siglas de acrilonitrilo butadieno estireno, un material plástico que se extrae del petróleo, y que se usa de forma muy común en industrias como la ingeniería o la automoción.
¿Qué tiene de bueno este producto? Y, a su vez, ¿qué tiene de malo? Vamos a conocer, antes de comenzar con la materia más dura, cuáles son las ventajas y las desventajas.
Las ventajas
En este primer apartado podemos hablar de la estabilidad. El ABS es fantástico a altas temperaturas, acercándose a los 80ºC o los 90ºC.
Digamos que, además, conserva la tenacidad adecuada cuando las temperaturas son extremas, es decir, por debajo de los -40ºC y por encima de los 90ºC, pues la mayoría de materiales plásticos no alcanzan estos niveles.
Por último, añadir que tiene elevada capacidad de mecanizado, pues puede ser perforado y lijado, entre otros. Además, resiste bien tanto impactos como ataques químicos.
Las desventajas
Por otra parte, encontramos también notables desventajas que hemos de tener en cuenta para hacer un trabajo apropiado y de calidad cuando manipulemos este material durante una impresión 3D.
Hace falta una gran y dilatada experiencia para saber trabajar con el ABS y que el resultado sea óptimo. Y es que la dificultad de impresión es media, sobre todo en algunos objetos. Además, ofrece una contracción entre capas bastante rápida, por lo que podría resquebrajarse si las condiciones del entorno no son adecuadas, y eso sin olvidar que, si no se hace todo bien, podría provocar efecto Warping.
Las aplicaciones
Como puedes imaginar, un material como el ABS supone que un sinfín de aplicaciones están a nuestra disposición para su uso. Sobre todo para elementos mecánicos. Permite construir piezas industriales, piezas de automoción, elementos decorativos y, así, una lista enorme sin final aparente.
Hablamos de un material que es un derivado del petróleo. Así pues, la temperatura de fusión es elevada, entre 230ºC y 260ºC, por lo que se utiliza mucho hoy en día para fabricar electrodomésticos, componentes de automóviles, contenedores para líquidos muy calientes e incluso para las piezas de Lego.
Por qué usarlo
Entonces, ¿por qué merece la pena utilizar el ABS para imprimir 3D? Ahí van algunas razones por las que es interesante su utilización:
- Es un material muy ligero.
- Permite una completa reutilización.
- Posee una elevada resistencia a los golpes.
- Es fácil el trabajo con él, pues se moldea con sencillez, soporta bien la deformación y tiene conferida una elevada resistencia térmica.
- Es un material que puede perforar y lijar.
- Es poderoso y resistente ante los ataques químicos.
Los tipos de ABS
Hay diversos tipos de ABS. Tú tendrás que elegir el que más se adapte a tu proyecto. Los más habituales son los que reciben los nombres de Basic, Especial, Premium y Smartfil. Así pues, según presupuesto y características, tendrás que seleccionar el que consideres más adaptable.
Ten siempre presentes estas claves para imprimir 3D con ABS y, si necesitas ayuda profesional, no olvides que nosotros somos expertos y podemos ayudarte.